Almacenamiento para fotógrafos

Haz fotos, guárdalas y compártelas en los discos duros de Western Digital.

Los fotógrafos de hoy día cuentan con una gran variedad de herramientas digitales que les permiten crear contenidos más fácilmente y obtener resultados con una calidad nunca vista antes. 

Tanto si eres un fotógrafo con experiencia como si eres nuevo en esto de la fotografía, con este artículo descubrirás una serie de herramientas que te facilitarán el trabajo y te permitirán lograr mejores resultados. Partiremos de la base de que ya has elegido la mejor cámara digital acorde a tus necesidades y nos centraremos en el almacenamiento digital, en cómo gestionar tu colección de fotos, cómo editar y optimizar imágenes, y cómo archivarlas y compartirlas con otras personas. Veamos y respondamos algunas de las preguntas más comunes que infinidad de fotógrafos se hacen, como:

Comprender el almacenamiento fotográfico

Espacio de almacenamiento de fotos
Cuando se le pregunta a un fotógrafo, la mayoría afirma que nunca tiene almacenamiento suficiente. El motivo es que quieren conservar la mayor parte de su trabajo y no desechar ninguna imagen aprovechable. Además, suelen tener 2 o 3 copias de seguridad de su trabajo. Así se aseguran de que las imágenes están protegidas en caso de una catástrofe imprevista, por ejemplo, si el disco falla o sufre daños accidentales.

Los discos duros representan la forma más rentable de almacenar muchos archivos, ya que ofrecen capacidades enormes (hasta 26 TB1 en un solo disco). Los discos duros también son excelentes para archivar, ya que están diseñados para almacenar datos con total fiabilidad durante largos períodos de tiempo.

A medida que vayas llenando discos con tu trabajo, estos se convertirán en elementos de archivado en sí mismos y podrás organizarlos y almacenarlos como veas conveniente. Cuando necesites más almacenamiento, simplemente podrás comprar más o borrar los discos que tengas para almacenar nuevas fotos, o bien mantener los datos existentes como copia de seguridad física de tu trabajo. Además, puedes plantearte reunir todos tus discos "pequeños" en un disco grande para facilitar las tareas de organización.

Descargar y realizar copias de seguridad de tu trabajo

A medida que hagas fotos, las tarjetas de memoria extraíbles de tu cámara empezarán a llenarse. El número de fotos que podrás almacenar depende de la resolución de imagen que hayas establecido. El uso de los ajustes de resolución más altos en tu cámara ocupará mucho más espacio, ya que los tamaños de archivo serán mucho más grandes.

Muchos fotógrafos prefieren utilizar el formato RAW, a la resolución más alta de las cámaras. Con este método, el almacenamiento puede llenarse rápidamente. En algún momento, tu tarjeta de memoria alcanzará su capacidad máxima y tendrás que transferir o borrar archivos para hacer sitio a las nuevas fotos.

A la mayoría de fotógrafos les gusta revisar su trabajo en un portátil, tableta o teléfono inteligente, y decidir qué fotos guardar y cuáles borrar. Cuando tengas todas las fotos que desees conservar, querrás almacenarlas en soportes digitales que las preserven de forma fiable y que te permitan editarlas y compartirlas con otras personas. Hay varias maneras de hacer esto:

  • Conserva las fotos que desees en la tarjeta de memoria, así contarás con un archivo (como si guardaras los «negativos»). Después, introduce una nueva tarjeta de memoria vacía en la cámara para empezar a hacer fotos de nuevo.
  • Elige un disco portátil que te proporcione flexibilidad para trasladar el trabajo entre diferentes dispositivos, por ejemplo desde un portátil a la estación de trabajo de tu estudio o casa.
  • Los discos externos para ordenadores de sobremesa ofrecen un almacenamiento comparable al de un disco portátil, pero permanecen en casa o en la oficina y tienen una capacidad mayor.
  • Utiliza discos internos para poder editar más rápido que con discos externos. Elige un portátil u ordenador que tenga un disco interno rápido o mejora tu dispositivo actual con uno de ellos.
  • Los dispositivos RAID con varios discos son portátiles, para poder usarlos en trabajos remotos y rápidos cuando utilizas cantidades enormes de datos, como fotos de resolución súper alta o fotos en formato RAW.
  • El almacenamiento en la nube te permite subir tus fotos a un servidor remoto y acceder a los archivos desde cualquier lugar donde haya Internet.

Discos de almacenamiento para fotógrafos

Los fotógrafos de hoy día pueden elegir entre diversos formatos, capacidades y velocidades de almacenamiento. Echemos un vistazo a algunos de los mejores dispositivos de almacenamiento de fotos:

Disco duro portátil

Los discos duros portátiles son una opción muy popular porque resultan versátiles y ofrecen diversas capacidades. La mayoría se basan en HDD y están equipados con una interfaz USB, por tanto, asegúrate de comprobar qué versión de USB es la adecuada para tu ordenador.

  • La más común es USB 3.0.
  • Los ordenadores más recientes cuentan con conexiones USB-C o Thunderbolt que ofrecen velocidades mucho más rápidas que las del USB 3.0.

Discos duros externos

Los discos duros de sobremesa son esenciales para los fotógrafos, ya que proporcionan almacenamiento de alta capacidad para realizar copias de seguridad y gestionar archivos de imagen RAW grandes y vídeos 4K. Los discos duros de escritorio de alto rendimiento garantizan transferencias de archivos fluidas, flujos de trabajo de edición eficientes y protección de datos a largo plazo.

  • Velocidades de nivel profesional, de hasta 1690 MB/s2
  • Velocidades para consumidores de hasta 260 MB/s3

Dispositivos RAID

Los dispositivos RAID agrupan dos o más discos duros, que funcionan conjuntamente en una carcasa especialmente diseñada para ofrecer grandes capacidades y mayores velocidades en función de la configuración RAID que elijas.

  • Normalmente están equipados con discos duros configurados especialmente y diseñados para trabajar en un entorno RAID siempre activo.

Soluciones de almacenamiento en línea de fotos para fotógrafos

Las soluciones online son una gran opción en cuestión de capacidad y flexibilidad. Estos son algunos elementos a tener en cuenta:

Soluciones de almacenamiento online

Las soluciones de almacenamiento en línea y los servicios en la nube, como Apple® iCloud®, Google Drive™ o Microsoft OneDrive, normalmente requieren un cargo mensual por espacio de almacenamiento, una vez que un usuario ha superado la cantidad inicial de capacidad gratis proporcionada. Las fotos se suben a un servidor remoto y se puede acceder a ellas desde cualquier lugar, siempre que se tenga acceso a Internet. 

NAS

Fomenta la colaboración con tu equipo al configurar un servidor conectado en red (NAS): un dispositivo de uno o varios discos que se conecta a la red de casa o de la oficina y permite el acceso remoto a cualquier persona que tenga permiso y una conexión a Internet. 

Las fotos y otros contenidos se pueden cargar, editar y compartir de forma remota, pero todos los archivos permanecen en un único repositorio online al que se puede acceder desde cualquier lugar. En este caso, la ventaja es que no hay cuotas mensuales, ya que la configuración inicial establece una conexión mediante los servicios de Internet propios.

El flujo de trabajo de almacenamiento de fotos del fotógrafo

1.     Configurar la cámara y capturar imágenes

El proceso de flujo de trabajo de un fotógrafo comienza con una cámara digital de calidad. Puedes elegir entre varios formatos:

  • La mayoría de los fotógrafos prefieren fotografiar en formato RAW. Las imágenes en RAW se pueden comprimir o descomprimir y mantienen todos los datos capturados por el sensor de la cámara, por lo que las fotos tienen un tamaño de archivo mucho mayor que las fotos en JPEG. Antes de poder exportar imágenes en RAW, el fotógrafo tiene que editarlas y procesarlas, por lo que posee un control absoluto sobre la exposición, el balance de blancos, la resolución y demás elementos.
  • El formato JPEG es un formato comprimido que no exige ningún trabajo de posproducción y es más común entre los fotógrafos ocasionales. En función de tu cámara, puedes decidir de antemano el perfil de color, la compresión, la resolución de imagen y los ajustes del balance de blancos que quieras utilizar para obtener unos resultados óptimos sin necesidad de editar en posproducción.

 

2.     Transferir imágenes a tu dispositivo inteligente o portátil

Hay varias formas de transferir imágenes a tu teléfono inteligente, portátil o tableta:

  • Conecta la tarjeta de memoria a tu ordenador a través del lector de tarjetas integrado o mediante un lector de tarjetas con USB que esté conectado a un puerto USB disponible, o bien conecta la cámara directamente al ordenador a través de un puerto USB disponible.
  • En las cámaras con Wi-Fi, la imagen se escribe primero en una tarjeta de memoria interna. Después, las fotos se pueden transferir directamente a un servidor en la nube o a un dispositivo de almacenamiento con Wi-Fi. Nota: Las cámaras digitales no pueden hacer fotos si no tienen una tarjeta de memoria insertada.
  • Existen programas como Apple Photos, Google Photos™, Microsoft Photos o Adobe® Lightroom® (entre otros) que pueden automatizar el proceso y ayudarte a mantener los archivos organizados y etiquetados correctamente. Estas aplicaciones transfieren los datos de forma segura y ofrecen registros que confirman que todos los archivos se han copiado correctamente y no se han corrompido. También reanudan una transferencia si esta se ve interrumpida (algo que resulta muy cómodo). 
  • Utiliza un disco portátil externo, un disco de sobremesa externo o una matriz NAS para hacer una copia de seguridad y archivar las fotos que quieras conservar. Realizar una copia de seguridad de tu trabajo en un dispositivo independiente es la mejor forma de evitar que los datos se pierdan o borren de forma accidental.
  • Puedes utilizar la interfaz de tu ordenador para mover o copiar los archivos que quieras a un dispositivo de almacenamiento conectado, al tiempo que borras las fotos que no quieras. Así liberarás espacio en la tarjeta para almacenar nuevas fotos. 

3.     Editar y procesar imágenes

Una vez que hayas transferido las imágenes a un dispositivo, será el momento de revisar su calidad. Revisa todas las fotos y edítalas según sea necesario. Haz correcciones de color, retoques, correcciones de exposición y mucho más con tu herramienta de edición de fotos favorita, como Apple Photos, Google Photos™, Microsoft Photos, Adobe Photoshop® o Adobe Lightroom®.

La edición de fotos puede ser un proceso largo en función de lo que quieras corregir en una imagen cualquiera. Este paso es fundamental para separar las imágenes buenas de las que quieres descartar. Si no quieres deshacerte de ninguna imagen, puedes transferir las "rechazadas" a un disco portátil para tenerlas en cuenta más adelante.

 

4.     Organizar, realizar copias de seguridad y archivar

Cuando hayas revisado y editado tus fotos, querrás clasificarlas, organizándolas en carpetas y dándoles nombres de archivo significativos para poder recuperarlas fácilmente con posterioridad. Si quieres evitar el tedioso proceso de hacer esto manualmente, tienes la opción de utilizar aplicaciones como Apple Photos, Google Photos™, Microsoft Photos, Adobe Photoshop® o Adobe Lightroom® que pueden automatizar gran parte del trabajo.

Obviamente, no querrás conservar cientos de fotos que ocupen espacio en tu ordenador y posiblemente ralenticen este proceso, por lo que crear una copia de seguridad organizada de tu trabajo es la clave para encontrar luego fácilmente lo que necesitas.

Tenemos una regla de copia de seguridad sencilla: 3-2-1. Tres copias, dos ubicaciones y una copia para trabajar. Ya que la fotografía es tu medio de vida, tener 2 o 3 copias de seguridad en diferentes ubicaciones servirá para garantizar que tus imágenes se preserven correctamente. Valora la posibilidad de utilizar varios dispositivos para conservar diferentes colecciones y acceder fácilmente a ellas:

Tarjetas de memoria o unidades de memoria para cantidades limitadas de datos

Discos duros portátiles para mayores capacidades

Discos externos para ordenadores de sobremesa, almacenamiento en la nube o sistemas NAS, para grandes cantidades de datos

5.     Exportar imágenes

Tanto si preparas imágenes para la web como para imprimir, necesitarás una forma de exportarlas. Hay varias maneras de hacer esto:

  • Si lo que quieres es imprimir, puedes copiar tus imágenes definitivas en una unidad de memoria o una tarjeta de memoria para enviarlas fácilmente a un estudio de impresión remota. Además, algunos proveedores ofrecen un servicio de carga mediante FTP para realizar entregas con transferencias instantáneas.
  • Comparte tus imágenes en la nube e invita a otras personas a compartirlas. Si tienes muchas imágenes, puedes copiarlas en un disco portátil para transportarlas fácilmente a una ubicación remota.
  • Las imágenes web suelen ser tener un tamaño de archivo menor y se pueden enviar por correo electrónico o subir telemáticamente a un servidor remoto. Sea cual sea la opción que elijas, asegúrate de hacer una copia de seguridad de tu trabajo por si algo sale mal en la transferencia o el archivo se pierde o borra accidentalmente.

 

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Preguntas y respuestas para fotógrafos profesionales

Avisos legales
1. 1 TB = 1 billón de bytes. Puede que la capacidad real del usuario sea menor en función del entorno operativo. 
2. Solo se aplica a SanDisk Professional G-RAID SHUTTLE 8 en el modo RAID 5 predeterminado. 1 MB/s = 1 millón de bytes por segundo. Según las pruebas internas, el rendimiento puede variar en función del dispositivo, las condiciones de uso, la capacidad del disco, la configuración RAID y otros factores.
3. Solo se aplica a SanDisk Professional G-DRIVE PROJECT y G-DRIVE PRO Desktop Drive. 1 MB/s = 1 millón de bytes por segundo. Según las pruebas internas, el rendimiento puede variar en función del dispositivo, las condiciones de uso, la capacidad del disco y otros factores.

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